A 41 años del Hundimiento del BP "Narwall"
09 de mayo - En la Plaza BP Narwall se realizó una ceremonia donde se honró y rindió un merecido homenaje, a nuestros héroes que ofrendaron su vida en pos de cumplir con el compromiso irrenunciable y permanente del pueblo argentino como es, contribuir a resguardar nuestra soberanía sobre nuestras Islas Malvinas.
El Director del Cesmar Lic. Julio Hoffman acompañado por el Jefe de Relaciones Institucionales Mag. Rodolfo Ramallo, estuvieron presentes en el acto acompañados por los capitanes de pesca Elio Mansilla y Jorge Garavano pertenecientes a la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca, entre otras autoridades Gremiales, Municipales, Militares y Miembros de los Centros de Veteranos de Guerra de Malvinas y es combatientes.
Nada más justo y necesario que reiterar cada año este testimonio público de respeto, admiración y emocionado afecto por nuestros hombres de mar, que sin ser militares y al no contar con preparación para enfrentar un conflicto armado, no dudaron en servir a la patria desde el mar, cumpliendo con la mayor consigna que nos impone el enorme privilegio de ser argentinos, como es la de dar la vida por nuestra Patria.
Evocarlos nos genera un sentimiento de pesar y desazón, ante la irreparable pérdida y la dolorosa ausencia, pero también engrandece y exalta el orgullo y respeto que nos suscitan. Ellos se han hecho acreedores de nuestro más sincero reconocimiento y del recuerdo imperecedero, nuestro y de las generaciones venideras.
En esos momentos dramáticos, aquellos valerosos marinos, venidos de los más recónditos lugares de nuestro país, sin distinción de clases sociales, en condiciones extremas y desfavorables, pusieron en evidencia todo ese cúmulo de valores que como argentinos nos inculcan desde nuestra cuna: patriotismo, coraje, compromiso y espíritu solidario; dando pelea, sin el menor atisbo de claudicación ante las difíciles circunstancias.
De aquella trágica y heroica jornada, lamentablemente muchos no volvieron con vida, como es el caso del contramaestre Omar Rupp a quien recordamos con afecto y admiración; otros lo hicieron, pero con las secuelas lógicas que este tipo de acciones conllevan. Asimismo, vaya nuestro reconocimiento al capitán de pesca Asterio Wagata, a quien el destino lo hizo partícipe de una gesta en la cual su vida y la de sus compañeros estuvo signada por enfrentar el peligro, acudiendo al llamado de la patria aun con altísimo riesgo.
Todos ellos y sus familias, que todos los días sufren las secuelas de la guerra, son los verdaderos depositarios de nuestra evocación, y debe ser un compromiso ineludible de nuestros compatriotas, expresarle todo nuestro apoyo y reconocimiento, hacerles sentir que su sacrificio no ha sido en vano, y que por siempre perdurará en nuestros corazones el afecto y agradecimiento por su entrega incondicional a la Patria.
Conciudadanos, el ejemplo dado por los hombres que hoy están aquí y los que permanecen en la gracia de dios, nos compromete en el presente y en el futuro a luchar unidos, firmes, con determinación y sentido de grandeza, por una patria mejor para nuestros hijos.
Hoy las voces de nuestros compañeros fallecidos resuenan como un eco profundo en nuestras almas, humedecen nuestros ojos, nos marcan una ruta y un destino. Queridos veteranos, en nuestros corazones y en nuestras mentes, hasta el final de nuestros días, recordaremos y transmitiremos a las nuevas generaciones vuestro glorioso sacrificio. Estas voces nos gritan que todavía queda abierta una herida y todos los días nos recuerdan que las Malvinas fueron, son y serán argentinas.
Que nuestra Patrona Stella Maris los bendiga y nos ilumine cada día, para que nuestros conciudadanos, puedan ser dignos de vuestro ejemplo.